Son piezas de gran atractivo, resistencia y durabilidad. Debido a su versatilidad tienen una gran variedad de aplicaciones, como: viviendas unifamiliares y multifamiliares; edificios en altura; edificios administrativos, de carácter público y privado; centros comerciales; colegios; iglesias; gimnasios; edificios industriales, oficinas, depósitos, entre otras.
La posibilidad de realizar el sistema de armadura distribuída dentro de los bloques (en lugar del tradicional "pórtico" independiente de columnas y vigas de hormigón armado) proporcionan un notable ahorro en acero en la construcción, disminuyen el armado de "estribos" y eliminan "encofrados".
Esto constituye un gran ahorro en tiempo y trabajo sin reducir la resistencia del conjunto terminado.